lunes, abril 23, 2007

Información sobre los riesgos de la exposición solar sin adecuada protección

El “protector solar perfecto” no existe aunque se dispone en la actualidad de nuevas fórmulas que han mejorado el grado de fotoprotección.

El espectro de la luz solar que daña la piel se encuentra en la gama de los rayos ultravioletas (UV). Estas ondas son invisibles pero tienen un efecto nocivo sobre el ser humano. Hay tres tipos de rayos UV: los UVA, UVB y UVC, siendo los UVC los únicos que no atraviesan la atmósfera y por lo tanto no llegan hasta la tierra.

Los UVA son responsables a corto plazo del bronceado, pero ocasionan envejecimiento cutáneo a largo plazo. Estos rayos penetran hasta las capas profundas de la piel alterando las fibras de colágeno y elastina (encargadas de la integridad y elasticidad de la piel) ocasionando arrugas. También debilitan el sistema inmune de la piel haciéndola más susceptible a lesiones tales como cáncer de piel, alergias e infecciones.

Los UVB son responsables de las quemaduras solares (a corto plazo) y están relacionados con la producción de cáncer a largo plazo.

Para obtener una protección óptima de la piel, el protector solar debería proteger tanto de los rayos UVA como de los UVB. Los rayos UVA llegan a la tierra durante todo el año, mientras que los UVB lo hacen en los meses del verano a nivel del hemisferio norte. Es así como los rayos UVB son un problema durante los meses del verano mientras que los UVA lo son durante todo el año. Además es necesario recordar que la intensidad de los rayos UV es mayor cuanto más cerca del ecuador y a mayor altitud. El daño causado por los rayos UV no depende del calor, sino que también se puede padecer en días nublados, fríos y especialmente en mayores altitudes.

Los protectores solares pueden dividirse en dos grupos: “pantalla solar” y “ pantalla total”. Los primeros contienen filtros químicos que absorben la energía de los rayos UV protegiendo la piel; mientras que la pantalla “total” utiliza filtros físicos que reflejan la energía del sol y evitan que alcance la piel. Para elegir un adecuado producto de protección solar deben leerse las etiquetas e identificar los productos químicos capaces de bloquear tanto los rayos UVB como los UVA. Además del contenido, es imprescindible que el protector solar se utilice correctamente, siendo necesario usar la cantidad adecuada para cada región y aplicarlo uniformemente.
La FDA recomienda aplicar 0,1 cc por cada 50 cm2 de piel. Considerando que la cara de un adulto tiene alrededor de 820 cm2, esto se traduciría en 1,6 cc de pantalla solar para la cara (una cucharadilla de té es igual a 5 cc). El factor de protección (FP) no se incrementa al aplicar mayor número de capas. Es conveniente aplicar la protección 30 a 60 minutos antes de la exposición solar y recordar que la misma se va con la transpiración y con el baño. Las horas cruciales para protegerse del sol son desde las 10.00 hasta las 16.00 hs, debiendo tenerse en cuenta el horario solar real en aquellos países en los cuales se realiza cambio de horario para ahorrar energía.

Las “pantallas solares” reducen el daño causado por el sol pero no lo eliminan. Por ello se deberían incrementar las medidas de protección solar utilizando sombreros, gafas, ropas adecuadas y tratando de permanecer en la sombra el mayor tiempo posible.

Fuente:
www.dermdigest.com
Dr D. Gomley

Artículo recomendado por la
Dra. Insúa
Responsable del departamento de
medicina estética de Clínica Barragán